La Santa Biblia es la palabra de Dios escrita y conservada milagrosamente para nosotros por Él a lo largo de la historia. En sus páginas, Dios nos dice quién es Él, quiénes somos, lo que nos requiere, y lo que Él nos ha proveído. Su palabra es la Verdad, y encontramos allí tesoros de sabiduría, discernimiento, y vida eterna (Isaías 1:18, Mateo 4:1-4, 2 Timoteo 3:14-17, 2 Pedro 1:1-3).

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Tiempo atrás, un pastor sabio me dijo que empezara por pasar siete minutos al día con Dios. Posteriormente, también esto es nuestro consejo para ti. Pasa dos minutos orando y pidiendo entendimiento y cambio. Utiliza los otros cinco minutos para leer tu Biblia en una traducción como NASB o ESV en inglés o NBLA o RVR1960 en español. Puedes empezar al principio con Génesis o en el Nuevo Testamento en el libro de Juan. 

Al igual que en la vida temporal, no estamos diseñados para vivir la vida solos, y no podemos hacerlo. Este principio aplica a nuestras vidas espirituales en Cristo. Puede ser que te crees un individuo independiente, pero te garantizo que has encendido luces que no hiciste ni instalaste, que has caminado o manejado en una acera que no construíste, o que has comprado comida que no cultivaste. Dios nos diseñó para estar interdependientes dentro de nuestras sociedades. Por lo tanto, todos debemos contribuir al funcionamiento bueno de nuestras sociedades. 

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Aún más, como cristianos, necesitamos estar involucrados en una iglesia local que enseñe la Biblia en que podemos aprender, madurar, servir, y ser responsables en vivir para Dios. La mejor manera para encontrar una iglesia buena es pedir que otro Cristiano que has observado te refiera. También puedes encontrar una iglesia con buena doctrina en tu área por medio de 9Marks.org y puedes buscar aquí para mas recursos.

Una de las mejores maneras de madurar como un seguidor de Jesucristo es participar en un discipulado individual con un cristiano maduro (Efesios 4:11-16). Tu iglesia nueva debe tener grupos para estudiar la Biblia y escuelas dominicales disponibles para ti. Estas son herramientas excelentes que no debes ignorar. Con oración, pídele a Dios que te guíe a alguien con una vida ejemplar de las enseñanzas de Jesucristo y que invierta con un viaje espiritual de discipulado. Estas experiencias de discipulado pueden ser estructuradas durante 6 semanas, 6 meses, o aún un año. Pero durante esa época, un líder bueno de discipulado debe enseñarte lo siguiente:

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• Cómo orar con eficacia

• Cómo estudiar la Bible con inducción 

• Cómo compartir el evangelio con otros

• Cómo hacer discipulado para otra persona

 

Durante este viaje espiritual, tu conocimiento y cariño por Dios debe crecer mientras que el Espíritu Santo te guía en toda la verdad, te da dones, y te confiere poderes de vivir con la rectitud (Juan 16:13, 1 Corintios 12:4-7, Efesios 3:14-19, 2 Timoteo 2:22). Querido lector, ésta es mi oración para ti.

Empezamos este camino por acordarte que todos vamos a morir y por preguntarte si tienes miedo de la muerte. Cualquiera persona racional tiene miedo a la muerte, de la descomposición del cuerpo, y de enfrentarse con el juicio de Dios. Pero si Dios te ha dado una nueva vida en Jesucristo, aquí hay algunas promesas en Él que te aliviarán tus miedos.

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• Jesucristo murió por nosotros para poder recibirnos en el Cielo cuando muramos. En un momento fijo, Dios promote resucitar y transformar nuestros cuerpos mortales para estar como el cuerpo inmortal que recibió Jesús en su resurrección gloriosa (Juan 11:25, 1 Corintios 15:35-49, Juan 14:1-3, Lucas 16:19-31, Daniel 12:2-3, Apocalipsis 20:6).

• Es Jesús que tiene las llaves de la muerte y la sepultura (Apocalipsis 1:18).

• Jesús prometió que nos recompensará por las buenas obras que hacemos con las vidas nuevas que nos ha dado (Lucas 14:13-14, Juan 5:28-29, Lucas 20:34-36).

• Jesús prometió que nadie podrá quitarnos de las manos de Dios (Juan 10:27-30). 

 

Querido lector, nada le gusta más a Dios que pongamos nuestra confianza en Él, y nuestra obediencia a sus mandatos indica nuestro amor y nuestra confianza. Sus mandatos no son pesados y son hechos para protegernos (Hebreos 11:6, 1 Juan 5:1-3, Proverbios 15:31-33).