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A este punto, tal vez te has medido en contra de cuatro de los diez mandamientos de Dios, sus leyes morales, o ya te has dado cuenta de que no eres una persona buena delante de los ojos de Dios. Si eres honesto, no puedes contar el número de mentiras que has dicho, has sido un ladrón en algún momento de tu vida o has usado el nombre de Dios en vano o al menos en tu corazón has cometido adulterio.
La pregunta ahora es ¿Serás inocente o culpable delante de Dios cuando estés con Él en el día de juicio? La Biblia expica que nos ha dado a morir una vez y después estar delante de Dios en el día de juicio para dar una respuesta por romper sus leyes morales, que es lo que significa el pecado. (Hebreos 9:27, Romanos 2:4-8)
En aquel día, ¿serás encontrado inocente o culpable?
Inocente
Te has estimado inocente de romper las leyes santas de Dios. ¿Cómo justificas este veredicto?
¿Te has dicho que Dios te va a perdonar porque Él es bueno? La verdad que Dios es un buen juez es exactamente la razón por la cuál que simplemente no puede perdonar sus crímenes. Un juez terrenal que libera a los criminales culpables otra vez en la sociedad sin un castigo apropiado no es un buen juez. ¿Cuánto más el Dios del universo va a hacer responsables a aquellos que rompen sus mandamientos?
A lo mejor te dices a ti mismo “mis buenas obras valen más que mis malas,” así que Dios va a ver de re-ojo mis pecados. Eso no funcionaría ni siquiera en una corte de ley humana. Una mujer o un hombre podría haber vivido una vida ejemplar hasta el día que ella o él decide cometer un robo armado y en el proceso dispara y mata a un guardia de seguridad. Cuando la persona está en una corte terrenal, el juez no dejará pasar sus crímenes por sus pasadas buenas obras. La persona no está siendo juzgado por sus buenas obras, sino por sus crímenes. Por lo tanto, cuando pensamos que Dios está dispuesto a mirar a otro lado y perdonarnos por nuestros pecados, estamos haciendo un dios a nuestra propia imaginación. Esto se llama idolatría. (Éxodo 20:3-6).
O ¿piensas que tu vida ha sido suficientemente buena? ¿Nunca has mentido o robado mucho, y nunca has tenido pensamientos asesinos o adúlteros? La Bibla describe este pecado como alguien que se cree estar al mismo nivel que Dios. Ya que la Biblia dice claramente que solamente Dios es perfecto y los demás han pecado, cuando no confesamos nuestro pecado, decimos que Dios es mentiroso. (Romanos 3:23, 1 Juan 1:10)
La Bibla nos advierte que la persona que esconde su pecado no prosperará, sino que la que confiesa su pecado encontrará compasión (Proverbios 28:13). Por esto, te animo que te re-evalúes y te invito que leas la sección de “Culpable,” aunque no crees que este punto aplique a tu persona en este momento.
Culpable
Has dicho bien que eres culpable de romper la Ley de Dios, como el resto de nosotros. Ahora, miremos más profundamente en lo que advierte la Biblia acerca de nuestra culpabilidad.
La Bibla ni siquiera nos dice por qué todos morimos, también nos dice lo que pasará después de la muerte. Nos advierte que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio (Hebreos 9:27). Y nos advierte que si Dios nos encuentra culpable en ese juicio, experimentaremos la segunda muerte y entraremos en el cielo. La Bibla tiene muchos nombres para la segunda muerte, y el nombre más conocido es el infierno. Es el luguar que la Biblia describe como castigo eterno, el lago de fuego, o el fuego que nunca termina (Daniel 12:2, Apocalipsis 20:14-15, Marcos 9:47-48). Nos advierte que todos los mentirosos tendrán su lugar en el lago de fuego (Apocalipsis 21:8) y los inmorales sexuales no herederán el reino de Dios (1 Corintios 6:9-11)
Por lo tanto, querido lector, por favor pregúntate a ti mismo si fueras a morir hoy y enfrentar el juicio de Dios, ¿qué piensas sería tu veredicto final, el cielo o el infierno? Si es el infiero, ¿te preocupa esto? Estamos preocupados por ti, y por eso, hemos creado esta página en la red.
Si estás preocupado, por favor haz clic aquí para aprender lo que hizo Dios para los pecadores culpables para que tú no seas sentenciado al infierno.